En septiembre de 2013, la comunidad gallega se vio sacudida por la desaparición de Asunta Basterra Porto, una niña de 12 años adoptada por Rosario Porto y Alfonso Basterra. Tras una búsqueda desesperada, el cuerpo sin vida de Asunta fue encontrado dos días después a las afueras de Santiago de Compostela. La autopsia reveló que la causa de muerte fue la asfixia por sedación con una sustancia psicotrópica.