Durante un vuelo de siete horas desde Dubái a Londres, el vuelo KA29 es secuestrado en pleno vuelo. Entre los pasajeros se encuentra Sam Nelson, un experimentado negociador empresarial conocido por su habilidad para manejar situaciones de alta presión y resolver conflictos complejos. A medida que el caos se desata a bordo, Sam se da cuenta de que la única forma de salvar a los pasajeros y a la tripulación es usar sus habilidades de negociación para tratar con los secuestradores.
Sam toma la decisión de intervenir y se ofrece como mediador, intentando ganarse la confianza de los secuestradores y entender sus demandas. Su enfoque meticuloso y calmado es clave para evaluar la situación y determinar la mejor estrategia para desactivar la amenaza sin agravarla.
Sin embargo, mientras Sam negocia, se enfrenta a un dilema crítico. Sus tácticas de negociación, que en su campo empresarial han sido altamente efectivas, resultan ser arriesgadas en este contexto extremo. Los secuestradores, con sus propias agendas y niveles de desesperación, responden de manera impredecible. Sam debe equilibrar cuidadosamente sus concesiones y propuestas para evitar que la situación se descontrole.