En el evento más grande del verano de WWE, Cody Rhodes defiende el título indiscutible de la WWE contra Solo Sikoa, el jefe tribal de The Bloodline. La rivalidad entre ambos ha crecido intensamente durante semanas, con Solo Sikoa consolidándose como una fuerza imparable dentro de The Bloodline, y Cody Rhodes estableciéndose como un campeón formidable respaldado por sus seguidores.
El combate comienza con una confrontación explosiva, donde ambos luchadores miden sus fuerzas y estrategias. Solo Sikoa utiliza su potencia bruta para dominar a Rhodes al principio, aplicando una serie de movimientos contundentes que ponen a prueba la resistencia del campeón. Sin embargo, Rhodes demuestra su habilidad técnica y resistencia, contraatacando con maniobras ágiles y precisas que equilibran la balanza.
El ritmo del combate es frenético, con cada luchador buscando una apertura para terminar la pelea. Solo Sikoa intenta imponer su estilo agresivo, mientras que Rhodes confía en su inteligencia y estrategia para contrarrestar los ataques. Los intercambios son dinámicos y cargados de tensión, manteniendo a la audiencia al borde de sus asientos mientras los dos luchadores se enfrentan en un duelo emocionante y lleno de suspense.