Oliwia, una chef exitosa que vive la vida que siempre soñó en la gran ciudad, se ve obligada a regresar a su pintoresco pueblo natal tras la muerte de su abuela. Sin embargo, su regreso no será fácil, ya que la relación con su madre se ha deteriorado tras la decisión de esta última de vender parte de las tierras familiares.
Para colmo de males, Oliwia descubre que su abuela Helina, una mujer de carácter fuerte, le ha dejado una última jugarreta: la granja familiar. Helina, en un último intento por salvar la propiedad que tanto amaba, ha decidido legársela a su nieta, con la esperanza de que ella la mantenga funcionando.