Una madre soltera, dedicada a criar langostas como una fuente de alimento rico en proteínas para vender, enfrenta serios problemas para que estos insectos se reproduzcan adecuadamente. A pesar de sus esfuerzos y técnicas, las langostas no muestran signos de reproducción exitosa, lo que amenaza el futuro de su negocio. Desesperada por encontrar una solución, la madre decide experimentar con diferentes métodos para mejorar las condiciones de vida de las langostas. Después de muchas pruebas y fracasos, descubre que las langostas tienen una sorprendente preferencia por la sangre. Intrigada por este hallazgo, comienza a incorporar sangre en la dieta de las langostas, ajustando su alimentación y ambiente para aprovechar esta nueva información. Para su sorpresa, la inclusión de la sangre en la dieta resulta ser la clave para estimular la reproducción de las langostas. Con esta estrategia innovadora, el negocio de la madre soltera comienza a prosperar, ya que la producción de langostas aumenta y se vuelve más rentable. Este descubrimiento no solo resuelve su problema de reproducción, sino que también le permite consolidar su empresa y asegurar un futuro más estable para ella y su familia.