Cuando el Joker comienza a sembrar el caos en Ciudad Gótica, Batman se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su carrera. El Joker lanza una serie de ataques devastadores que incluyen atentados explosivos, secuestros y crímenes absurdos, con el objetivo de desestabilizar la ciudad y poner a prueba a Batman tanto física como psicológicamente.
El Joker no solo causa estragos en las calles, sino que también ataca el equilibrio mental de Batman. Diseña situaciones extremas que desafían el código moral de Batman, forzándolo a tomar decisiones imposibles entre salvar a inocentes o mantener sus principios. Cada movimiento del Joker es una maniobra calculada para desestabilizar a Batman y socavar su sentido de justicia.